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domingo, 28 de febrero de 2021

REDISTRIBUCIÓN DE RIQUEZAS

La mayordomía es un sinónimo de administración que casi no usamos, cuyos orígenes están en la esclavitud, ya que el amo tomaba a uno de sus esclavos y lo nombraba «mayordomo» o «administrador de su casa»; la palabra mayordomía tiene sus raíces en el vocablo griego «oikonomia» que significa «administración de una casa», por lo que la denominación que se la da a quien administra una casa es «oikonomos» (mayordomo). Una de la acepciones que el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española le da al vocablo mayordomía es «Cargo y empleo de mayordomo o administrador».

Una de las actividades que se cree que le corresponde a los administradores, en particular a los públicos, es la redistribución que la Real Academia Española define como «Acción y efecto de redistribuir», mientras que las acepciones de redistribuir son «Distribuir algo de nuevo» o «Distribuir algo de forma diferente a como estaba».

La Biblia es un libro que contiene muchas enseñanzas sobre mayordomía o administración; en ella se menciona que Jesucristo le da a conocer sus secretos a sus discípulos, pero a los demás les habla en parábolas «para que por más que miren, no vean, y por más que oigan, no entiendan». Una de las parábolas más conocidas y que en mi opinión ilustra el concepto de redistribución es la del dinero o «parábola de los talentos» que concluye con la sentencia «Porque al que tiene, se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará»; la parábola del dinero también enseña los resultados de la buena y de la mala mayordomía de los recursos que recibimos para que administremos; asimismo, en la «parábola del mayordomo astuto o infiel» Jesús enseña que «El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho» y añade «Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece?». Un buen mayordomo administra bien los recursos que recibe, aunque sean pocos, así como un mayordomo malo administra mal aunque reciba muchas riquezas ¡Así ha funcionado el mundo real desde la antigüedad! ¡No se trata de cuánta riqueza administramos, sino de la forma como administramos la mucha o la poca riqueza que recibimos en la distribución!.

De acuerdo con las estadísticas publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE el pasado 15 de febrero de 2021, la riqueza (PIB) que produjimos los colombianos en el año 2020 ascendió a 1.002.587 miles de millones de pesos corrientes. Esos recursos fueron generados a través de las diferentes actividades económicas que desarrollamos, de manera formal o informal, en el año 2020; a los igualitaristas les parece injusto que los diferentes mercados distribuyan las riquezas de manera desigual dándole a cada quien lo que los diferentes agentes económicos acuerdan en los momentos de hacer los diferentes intercambios económicos; por ejemplo, no todos los médicos ofrecen sus servicios al mismo precio, pero el mercado a través de quienes se benefician de sus servicios distribuye las riquezas dándole a unos médicos más y a otros menos; así también sucede con los docentes, con los abogados, con los arquitectos, con los ingenieros, con los técnicos, con los tecnólogos, con los agricultores, con los ganaderos, con los comerciantes y agrégale a eso un largo etcétera. En general, le va bien en el mercado a quien logra satisfacer algunas de las necesidades de quienes demandan los bienes y servicios ofrecidos en los diferentes mercados.

Aunque no todos los 50.372.424 de colombianos pudieron aportar a la producción nacional de riquezas el año pasado, si se redistribuyera esa riqueza entre todos de forma igualitaria, como sueñan algunos, el resultado es que cada uno habría recibido $1.658.624 (PIB per cápita) cada mes, que equivale al 189% del salario mínimo mensual legal vigente para el año 2020 y que a lo largo de todo el año habríamos recibido $19.903.493, aunque no hubiéramos producido un solo peso. ¡Esa es la idea de justicia social que tienen algunos!

Apreciado lector, lo más lógico es que tú hayas tenido ingresos inferiores o superiores a la cantidad de dinero producida en promedio por cada colombiano durante el 2020 y dependiendo de la forma en la que hayas administrado lo mucho o lo poco que recibiste esas riquezas se te hayan multiplicado o se redujeron.

Por otro lado, si el gasto público colombiano se hubiera mantenido en los niveles del año 2019, lo cual es improbable teniendo en cuenta que el Gobierno Nacional, al igual que la mayoría de los gobiernos del mundo, decidió aplicar medidas keynesianas con el fin de aumentar el gasto para atender la epidemia y la crisis económica, de los $1.658.624 el estado te hubiera quitado en promedio $523.130 (a algunos les quita más a otros menos) para que los administrara el gobierno, dejándote un saldo de $1.135.494 para que tú decidieras la forma en la que querías gastarlo.

Algunos de mis contradictores recibieron ingresos superiores a los promedios anteriores, pero en redes sociales los ves vociferar en contra del modelo económico colombiano; sin embargo, ¿Por qué necesitan que un gobierno autoritario les despoje de las riquezas que produjeron para darle a quienes produjeron menos o no pudieron producir nada? ¿Por qué se quedaron con aquella riqueza que consideran injusta? ¿Qué les impidió redistribuirla entre sus más allegados sin que el estado ejerciera coerción sobre ellos? ¿Acaso no existe menor riesgo de corrupción si redistribuyen sus riquezas de forma libre y autónoma que cuando se la entregan a un político?

Yo les he enseñado a mis hijos que cuando uno cree en algo, entonces su conducta debe estar de acuerdo con sus convicciones, pues no dudo que «Lo que haces habla tan fuerte que no puedo escuchar lo que dices» (Ralph Waldo Emerson), por ello aunque algunos se quejan y sueñan con un cambio que hagan otros, ellos no pueden negar la realidad, ni su naturaleza capitalista.

domingo, 21 de febrero de 2021

TIEMPOS DE BUENAS IDEAS

A muchos puede parecerles de poca importancia lo que he venido haciendo cada domingo al hacer la publicación de mis opiniones a través de varios canales de comunicación, mientras que a otros podría parecerles incómodo que haga este pequeño ejercicio social, soy consciente de que por ejercer mi libertad de expresión he podido ganarme la antipatía de algunos por la vehemencia con la que expongo mis puntos de vista; sin embargo, hay muchos que me han agradecido por lo que han aprendido a través de mis publicaciones, otros me han expresado una admiración de la cual me siento muy honrado, pero mi propósito principal cada vez que hago mis publicaciones es compartir con la humanidad los conocimientos que le pertenecen.

He adquirido conocimientos en administración de la cosa pública y eso me permite exponer análisis técnicos fundamentados en las ciencias, pero procurando hacerlo en un lenguaje claro que puedan comprenderlo personas que no tienen formación académica en la materia; con base en esos análisis muchas veces he lanzado propuestas para corregir equivocaciones que han cometido algunos gobernantes u ordenadores del gasto de entidades públicas (https://www.las2orillas.co/se-quejan-de-ser-pilo-paga-pero-no-protestan-por-los-recursos-invertidos-por-el-estado-en-preicfes/), incluso algunas de esas propuestas han sido estructuradas con el liderazgo y la valiosa colaboración de profesionales con diferentes convicciones ideológicas a las del suscrito, pero eso no ha impedido que podamos cooperar en propuestas de desarrollo social, económico y ambiental como la que el año pasado, antes de la epidemia del nuevo coronavirus llegara a nuestro territorio, les presentamos y entregamos de forma generosa a algunos gobernantes para que otros puedan explotarlas (https://orlandoregino.blogspot.com/2020/03/propuesta-de-desarrollo-rural.html).

Víctor Marie Hugo, intelectual francés y uno de los más importantes escritores del siglo XIX, dijo que «No existe en el mundo nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo» por lo que no debemos desesperarnos o frustrarnos cuando lo que hemos planeado no se realiza en el momento en que esperamos, ya que como dijo el sabio Salomón «En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre». Fue ese mismo rey israelita quien escribió «Nada habrá que antes no haya habido; nada se hará que antes no se haya hecho. ¡Nada hay nuevo en este mundo!», para que comprendamos que las civilizaciones o generaciones anteriores a nosotros e incluso nuestros contemporáneos han conocido o experimentado lo que a las nuevas generaciones nos corresponde descubrir por esfuerzos propios para nuestra época.

El inglés Isaac Newton, quien podría ser considerado el hombre de ciencia más grande que haya tenido la humanidad hasta ahora, reconoció que «Si he podido ver más allá es porque me encaramé a hombros de gigantes» y otro de los grandes científicos, el alemán Albert Einstein, dijo «No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso»; ellos son dos (2) grandes referentes en la búsqueda del conocimiento y de la verdad para comprender que todos tenemos las capacidades para contribuir al progreso de la humanidad. Un atleta no llega a romper las marcas mundiales sin dedicar parte de su vida al entrenamiento diario y sin seguir el ejemplo de quienes impusieron los récords antes que él.

Yo quisiera tener más tiempo disponible para compartirles muchos de mis pensamientos y también las de algunos de los gigantes que me han inspirado y que me siguen impulsando en la cacería diaria del aprendizaje, pues no sé en qué momento pueden llegar las grandes ideas o si ya llegaron entonces hay que estar muy atentos a su momento.

Hace algunas semanas un amigo me llamó para felicitarme por los resultados de mis hijos en las pruebas que aplica el ICFES y de manera jocosa me preguntó acerca de mi fórmula para que todos fueran exitosos en sus estudios. Le respondí con algunas de las ideas que comparto con ustedes hoy para señalar que no existe alguna fórmula, sino que cada individuo tiene las capacidades para ser exitoso no solo en el campo académico, sino en cualquier área de la vida en la que quiera serlo, solo debe atreverse a desempeñar su individualidad, aunque a algunos les incomode o les genere antipatías, odios, ofensas y a otros agradecimiento o admiración.

Al final lo que de verdad importa es lo que me dijo una amiga cuando yo solo era un muchacho: «Nadie va a vivir tu vida por ti».

domingo, 7 de febrero de 2021

SISTEMA DE PENSIONES COLOMBIANO

La semana pasada compartí con ustedes mi opinión acerca del concepto que muchos tienen del sector público y del sector privado. Considero que fui bastante claro al describir la dependencia absoluta que el sector público tiene del sector privado, por lo cual hoy quiero compartirles mi opinión acerca del sistema pensional colombiano el cual le brinda a cada trabajador (dependiente o independiente) de nuestro país la libertad de elegir entre dos opciones: El Régimen de Prima Media con Prestación Definida RPM administrado por el estado a través de COLPENSIONES y el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad RAIS cuyos oferentes son las Administradoras de Fondos de Pensiones AFP (Colfondos, Skandia, Porvenir y Protección) pertenecientes al sector privado.

El fundamento técnico de mi opinión de hoy es un diagnóstico acerca del gasto público en subsidios sociales entre los años 2010 y 2015 elaborado por el Departamento Nacional de Planeación DNP en el año 2018 y la publicación «El sistema de pensiones en Colombia: institucionalidad, gasto público y sostenibilidad financiera» que hicieron el año pasado (2020) las Naciones Unidas a través de la División de Desarrollo Económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL, en el marco del proyecto «Sistemas de pensiones en América Latina: la reducción de las brechas económicas y sociales» desarrollado entre la CEPAL y la Unión Europea.

De acuerdo con información de la Superintendencia Financiera de Colombia, hasta octubre de 2020 había 23.785.809 afiliados al Sistema General de Pensiones; de los cuales el 28,7% pertenece al RPM y el 71,3% al RAIS; sin embargo, en diciembre de 2018 el número de afiliados activos (quienes cotizaron por lo menos una vez en los últimos 6 meses) era de 9,3 millones (36,8% de la Población Económica Activa).

Distribución de afiliados al sistema de pensiones.
Fuente: Superfinanciera, Octubre de 2020.

Afiliados activos con relación a la población económicamente activa
Fuente: CEPAL, 2020.

1) RÉGIMEN DE PRIMA MEDIA CON PRESTACIÓN DEFINIDA RPM

El RPM es el sistema pensional público que tiene un fondo común financiado con los aportes de los contratantes, de los trabajadores y con excesivos subsidios estatales, por lo que se prevé que en el mediano y en el largo plazo atraviese dificultades en su sostenibilidad que podrían acelerarse si la crisis económica vuelve a golpear la producción de riqueza (PIB) de la nación.

Las mujeres que aspiran a pensionarse en el RPM deben tener 57 años de edad y los hombres 62, además de contar por lo menos con 1.300 semanas (casi 26 años) de cotización; el monto de la pensión se calcula entre el 55% y el 65% del promedio del salario real del afiliado en los últimos 10 años de su vida laboral, entre 1 y 25 salarios mínimos mensuales legales vigentes SMMLV; además de que por cada 50 semanas adicionales cotizadas el porcentaje se incrementa hasta un monto máximo del 80%.

De acuerdo con el DNP, el gasto público en subsidios sociales es de 9% del PIB y el subsidio a las pensiones a través del RPM es del 2,31% del PIB (25,67% del gasto público en subsidios sociales); es decir, el subsidio al sistema público de pensiones es mayor al del sector salud, al de los servicios públicos, al de la atención a la primera infancia y aunque parezca increíble es mayor que los subsidios destinados a atender a la población pobre. Cuando se analiza la distribución de subsidios a las pensiones por quintil de ingresos, se observa que al quintil de mayores ingresos se le destina el 50,8% de este gasto social, lo cual contrasta con el 10,3% de los subsidios a las pensiones del RPM que se destina a la población que está por debajo de la línea de pobreza y al indolente 2,5% para la población que se encuentra por debajo de la línea de miseria; en otras palabras, el sistema público de pensiones colombiano que algunos tanto defienden es un sistema perverso que genera mayor desigualdad, que es el argumento favorito de los estatistas para defender lo público.
Fuente: DNP, 2018.

En el año 2015 el 51% de los individuos pensionados con un salario mínimo en el RPM recibió cerca de $6.600.000 en subsidios del estado a través de su pensión, mientras que solo el 1% recibió casi $60.000.000. ¿Saben mis lectores quiénes son los que hacen parte de ese quintil de mayores ingresos que en el año 2015 recibían toda esa plata en subsidios del estado?

Subsidios a Colpensiones por rangos de tamaño de pensión.
Fuente: DNP, 2018.

Según la CEPAL el gasto del Gobierno Central entre los años 2000 y 2018 pasó de 15,4% a 18,5% y el gasto en el sistema de pensiones se incrementó desde 1,9% (2000) hasta 3,4% (2018) del PIB, con una tasa de crecimiento promedio anual del 7,8% en términos constantes, muy superior al promedio anual del crecimiento del PIB real del país (3,8% en ese período). En el año 2020 el Gobierno Nacional hizo transferencias cercanas a $42,7 billones (4% del PIB) al RPM. ¡Esto es un gran bolsillo roto!

Gastos del gobierno central en pensiones, participación en el PIB.
Fuente: CEPAL, 2020.

Los afiliados al RPM con ingresos de 1 SMMLV cotizan 238 semanas en promedio, mientras que quienes lo hacen sobre ingresos de 25 SMMLV alcanzan 1.198 en promedio; el promedio de cotización en el RPM es de 540 semanas, cifra que comparada con una vida laboral de 2057 semanas, da como resultado una densidad de cotización de apenas un 26,2%; la probabilidad de pensionarse en el sistema público es de solo el 10% y a quienes no logran pensionarse este perverso sistema solo permite devolverles sus aportes ajustados a la inflación. ¡Como es evidente la intervención del estado genera mayor desigualdad!.

Colpensiones, relación entre nivel de ingresos (medido en SMMLV)
(Semanas cotizadas y porcentaje de afiliados)
Fuente: CEPAL, 2020.

2) RÉGIMEN DE AHORRO INDIVIDUAL CON SOLIDARIDAD RAIS

En el RAIS no existe un fondo común, sino que cada individuo posee una cuenta de ahorro pensional financiada con las cotizaciones cada afiliado y sus rendimientos financieros. La solidaridad está en la garantía de pensión mínima y aportes al fondo de solidaridad. Los afiliados al RAIS pueden invertir sus ahorros pensionales en un fondo de riesgo conservador con bajo nivel de riesgo y, en consecuencia, con baja rentabilidad; esta es la opción recomendada para los trabajadores que están cerca de cumplir la edad de pensionarse pues conservan el ahorro de su vida laboral sin mayores riesgos; también está el fondo de riesgo moderado que es la opción de los trabajadores en edad intermedia que prefieren invertir sus ahorros pensionales sin arriesgar mucho; la tercera opción es el fondo de mayor riesgo para los afiliados más jóvenes que todavía están a más de 10 años de recibir su pensión y, por lo tanto, pueden adaptarse a los cambios en la rentabilidad y tienen mayores probabilidades de que su ahorro se incremente.

A pesar de que el ahorro de los afiliados al RAIS el año pasado tuvo pérdidas en los primeros meses de la crisis económica, en noviembre de 2020 los fondos pensionales habían alcanzado la suma de $305,9 billones, que es 9% mayor a la alcanzada en 2019; los rendimientos financieros fueron del orden de los $19,78 billones, los cuales se reflejaron en los extractos de las cuentas de ahorro pensional de cada uno de los afiliados a las AFP. Los afiliados al fondo de mayor riesgo de Colfondos obtuvieron la rentabilidad más alta, con una tasa de 10,39%, seguidos por los de Skandia con 9,24%, Porvenir con 8,22% y Protección con 8,09%; con relación a los rendimientos del fondo moderado el primer lugar fue de Porvenir, con 9,90%, le siguió Skandia con 9,84%, Colfondos con 9,60% y Protección con 9,42%; para el fondo de quienes están cerca a la edad de pensión (conservador), Skandia ocupó el liderato con 8,03%, Porvenir le siguió con 7,57%, luego Colfondos con 7,48% y Protección con 7,32%. ¡Todos con rendimientos positivos!

En Colombia se han hecho estudios técnicos que demuestran que las inversiones de las AFP generan el 0,58% de crecimiento del PIB nacional, lo cual no se logra con el RPM, pues «el estado solo genera gastos», como lo he repetido muchas veces.

Si los trabajadores afiliados al RAIS tienen en su cuenta de ahorro individual un capital que les permita recibir una pensión superior al 110% del SMMLV, entonces pueden pensionarse a la edad que quieran. El monto de la pensión depende del capital ahorrado por el trabajador, lo cual incluye los rendimientos obtenidos. En este sistema la pensión puede ser una «renta vitalicia inmediata» en la que el pensionado recibe una mesada constante hasta su fallecimiento o puede optar por el «retiro programado» en el que el monto de la pensión se calcula cada año de acuerdo con el saldo de la cuenta de ahorro individual del afiliado.

A los hombres de 62 años de edad y a las mujeres de 57 que están afiliados al RAIS, que han cotizado por lo menos 1.150 semanas (casi 23 años) y que no tienen el saldo suficiente en su cuenta de ahorro pensional para obtener una pensión mínima (1 SMLMV) el estado debe subsidiarles lo que les haga falta para completar su pensión.

Si los afiliados al RAIS no cotizan el mínimo de semanas y no tienen el capital acumulado necesario para financiar su pensión pueden pedir la devolución del saldo de su cuenta de ahorro individual, que es siete (7) veces mayor a lo que reciben los afiliados al RPM, o pueden seguir cotizando hasta cumplir con el número de semanas y con el capital suficiente para obtener su pensión, por eso la probabilidad de pensionarse en el RAIS es del 30%, superior al porcentaje del RPM.

En el RAIS los afiliados que hacen sus aportes con base en 1 SMMLV de ingresos alcanzan a cotizar 267 semanas en promedio y quienes cotizan sobre ingresos de 25 SMMLV alcanzan 1.064 semanas en promedio; en este régimen quienes llegan a la edad de pensionarse han cotizado en promedio 570 semanas, con una densidad de cotización del 28%, también superior a la del RPM.

RAIS, relación entre nivel de ingreso (medido en SMMLV)
(Semanas cotizadas y porcentaje de afiliados)
Fuente: CEPAL, 2020.

3) REGÍMENES EXCEPTUADOS DEL SISTEMA GENERAL DE PENSIONES

La Ley 100 de 1993 transformó el sistema pensional colombiano, pero estableció algunas excepciones: Miembros de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, personal civil del Ministerio de Defensa vinculado antes de la ley, trabajadores de la Empresa Colombiana de Petróleos ECOPETROL y los profesores afiliados al Fondo Nacional del Magisterio.

4. SISTEMAS DE PENSIONES NO CONTRIBUTIVOS

El programa Colombia Mayor ha tenido un crecimiento importante desde su creación mediante la Ley 797 de 2003. Entre 2010 y 2018 el número de beneficiarios se multiplicó 3,2 veces. Los cupos asignados en 2019 alcanzo la cifra de 1.471.707 para la población en general y 40.691 para indígenas que habitan en resguardos, logrando una cobertura del 36% de la población mayor de 65 años y de 50,7% de quienes no tienen pensión contributiva; es decir, en Colombia se tiene una cobertura del 66,1% de la población mayor de 65 años (incluyendo a quienes alcanzaron una pensión contributiva).

Por otro lado, el Acto Legislativo 1 de 2005 autorizó que se concedieran Beneficios Económicos Periódicos BEPS inferiores a 1 SMMLV a personas de escasos recursos que no cumplieran las condiciones requeridas para tener derecho a una pensión.

CONCLUSIONES
  1. La probabilidad de pensionarse en el RAIS es tres (3) veces mayor que en el RPM.
  2. La densidad de cotización promedio ponderada del RPM y del RAIS es de 27,3%, pero los afiliados de menores ingresos durante su vida laboral alcanzan un número menor de semanas cotizadas que quienes tienen mayores ingresos, lo cual es determinante para que los primeros tengan menos probabilidades de pensionarse que los últimos.
  3. Si de justicia social se trata, entonces el RAIS es un sistema de pensiones más justo que el RPM, en el cual la población con menores ingresos y el estado subsidian las pensiones más altas. Esta perversidad podría deberse al demagógico discurso politiquero a favor de los derechos y de la igualdad que coloca a todos al mismo nivel, pero que en el fondo genera mayores desigualdades, ya que los verdaderos beneficiados por el estado siempre serán los individuos que se encuentran haciendo parte de la cúpula de sus poderes públicos y que en el mundo real la redistribución de la riqueza se hace desde los bolsillos de toda la población a los bolsillos de quienes aprovechan el intervencionismo estatal a su favor.
  4. Si eres uno de los 17 millones de afiliados al RAIS, entonces debes estar muy atento cuando algún politiquero estatista proponga reformar el sistema de pensiones para hacerlo todo público, ya que lo que estaría proponiendo es la expropiación de tus ahorros pensionales para incluirlos en un fondo común de naturaleza pública.
  5. Si quieren hacer alguna reforma pensional, entonces deben acabar con el perverso sistema administrado por COLPENSIONES que le quita a los que tienen menos ingresos para darle a los que más tienen.