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lunes, 11 de marzo de 2013

¿QUÉ DÍA RESUCITÓ EL SEÑOR JESUCRISTO?



En el arraigo popular existe la creencia de que Jesucristo entró a Jerusalén sobre un pollino un domingo, también se dice que fue arrestado la noche de un jueves, fue crucificado la tarde de un viernes y resucitó la madrugada de un domingo; pero ¿qué tan fieles a las Sagradas Escrituras son estas enseñanzas? ¿Presenta contradicciones la Biblia en este tema? A continuación se hará un intento de darles respuesta a estos interrogantes.



LA SEÑAL DE JONÁS



En el evangelio según Mateo se encuentra un relato en el que los fariseos le pedían a Jesús que les diera una señal de que Él era el Mesías enviado por Dios. La respuesta dada por el Señor a esta petición fue la siguiente: “Jesús les contestó: Esta gente malvada e infiel pide una señal milagrosa; pero no va a dársele más señal que la del profeta Jonás. Pues así como Jonás estuvo tres días y tres noches dentro del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la tierra” (Mateo 12:39-40).



Si se cuentan los días y las noches entre la tarde del viernes y la madrugada del domingo, que según se cree fue cuando murió y resucitó Jesús, no se obtienen los tres días y las tres noches como señal de la que habló el propio Señor Jesús de acuerdo con lo consignado por Mateo.



Muchos han tratado de dar una respuesta razonable a esta supuesta imprecisión bíblica sosteniendo que los judíos acostumbraban a contar como un día completo cualquier parte del mismo, de acuerdo con algunos comentarios que aparecen en el Talmud Babilónico y en el Talmud de Jerusalén, por lo que de esa manera se obtendrían los tres días y tres noches del viernes, sábado y domingo; sin embargo, surge una interesante inquietud al confrontar lo escrito por Marcos y Lucas con relación al día en que las mujeres compraron los perfumes y ungüentos para preparar el cuerpo de Jesús en el sepulcro.



Marcos 16: 1-2
Lucas 23:56, 24:1
Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé, compraron perfumes para perfumar el cuerpo de Jesús. Y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol,
Cuando volvieron a casa, prepararon perfumes y ungüentos.
Las mujeres descansaron el sábado, conforme al mandamiento, pero el primer día de la semana regresaron al sepulcro muy temprano, llevando los perfumes que habían preparado.



¿Ellas compraron los perfumes y ungüentos antes o después del séptimo día? De acuerdo con Marcos lo hicieron una vez que había pasado el sábado, pues en día de reposo no podían ni comprar ni vender, pero Lucas dice que los prepararon cuando volvieron a casa y descansaron el día reposo. ¿Se contradicen estos dos autores bíblicos? ¿Existen otros detalles en la Biblia que los exégetas han pasado por alto?.



CUMPLIMIENTO DE LOS TIEMPOS



El rey Salomón dejó consignado que “En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo cuanto ocurre” (Eclesiastés 3:1) y asimismo el apóstol Pablo le escribió a los cristianos de Galacia lo siguiente: “Pero cuando se cumplió el tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de Moisés” (Gálatas 4:4); es decir, Dios envío a Cristo solo cuando se cumplió el tiempo determinado para hacerlo, no lo hizo antes ni después; además, de acuerdo con las enseñanzas paulinas, cuando Cristo vino se sometió a la ley de Moisés. El mismo Señor Jesús dijo “No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor. Pues les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento” (Mateo 5:17-18). ¡Cristo vino a darle pleno cumplimiento a la ley de Moisés!.



Cuando el profeta Daniel se encontraba exiliado en Babilonia se entregó al estudio de las profecías de Jeremías y estando en oración Dios le permitió entender su contenido a través de la que se ha denominado la profecía de las setenta semanas, que entre otras cosas dice lo siguiente: “Debes saber y entender esto: Desde el momento en que se ordene restaurar y reconstruir Jerusalén, hasta la llegada del jefe consagrado, han de pasar siete semanas, y las calles y murallas reconstruidas de Jerusalén durarán sesenta y dos semanas, pero serán tiempos de mucha angustia. Después de las sesenta y dos semanas le quitarán la vida al jefe consagrado. Jerusalén y el templo serán destruidos por la gente de un rey que vendrá. El fin llegará de pronto, como una inundación, y hasta el fin seguirán la guerra y las destrucciones que han sido determinadas” (Daniel 9:25-27).



El científico bíblico H. W. Hoehner demostró el cumplimiento cronológico de las primeras sesenta y nueve semanas de la profecía de Daniel en su libro “Aspectos Cronológicos de la Vida de Cristo” (Chronological Aspects of the Life of Christ. Zondervan, Grand Rapids, 1977) en el que consignó sus cálculos de la siguiente forma: “Multiplicando las 69 semanas por 7 años de cada semana, tendremos el total de 173,880 días. (69 semanas son 483 años, los cuales equivalen a 1 año cada uno x 360 días en cada uno de esos años = 173,880 días). La diferencia entre 444 antes de Cristo y 33 después de Cristo es 476 años solares. Multiplicando 476 por 365.24219879 (esta es la cifra exacta de un año solar contemporáneo), en otras palabras por 365 días, 5 horas, 48 minutos, 45.975 segundos, tendremos 173,855 días. Esto nos deja con 25 días adicionales que deben ser contados entre el 444 antes de Cristo y 33 después de Cristo. Sumando los 25 días al 5 de marzo (del año 444 antes de Cristo), uno tiene la fecha del 30 de marzo del año 33 después de Cristo, el cual fue el 10 del mes de Nisán del año 33 después de Cristo”.



El diez de Nisán es el día en que los hebreos debían tomar un cordero sin defecto para sacrificarlo en la Pascua: “Este mes será para ustedes el principal, el primer mes del año. Díganle a toda la comunidad israelita lo siguiente: “El día diez de este mes, cada uno de ustedes tomará un cordero o un cabrito por familia, uno por cada casa” (Exodo 12:2-3), luego durante cuatro días lo mantenían en observación para asegurarse de que no tenía ningún defecto y luego era sacrificado al atardecer del día catorce del mes de Nisán: “Lo guardarán hasta el catorce de este mes, y ese día todos y cada uno en Israel lo matarán al atardecer” (Exodo 12:6).



El Señor Jesucristo, para darle cumplimiento a la ley de Moisés, fue arrestado el día diez de Nisán y durante cuatro días fue juzgado por Anás, Caifás, Herodes y Pilato, siendo crucificado el día catorce del mes de Nisán de acuerdo con el mandato de la ley mosaica; sin embargo, la tradición ha enseñado que Cristo fue arrestado un jueves en la noche y crucificado el viernes a las nueve de la mañana.



FECHA DE LA CRUCIFIXIÓN



En el supuesto de que fuera cierta la enseñanza acerca de la crucifixión el día viernes y la resurrección la madrugada del domingo, ¿por qué Marcos escribió que Jesús fue crucificado a las nueve de la mañana (hora tercera del día según los judíos), mientras que Juan afirma que al mediodía (hora sexta del día judío) Jesús estaba siendo juzgado por Pilato y por otro lado Mateo y Lucas afirman que desde mediodía hubo tinieblas hasta las tres de la tarde? ¿Jesús fue crucificado tres horas antes de que el proceso judicial finalizara con su sentencia de muerte? ¿Se contradicen de nuevo los autores bíblicos?.





Mateo 27:45
Marcos 15:25
Lucas 23:44
Juan 19:13-14
Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó en oscuridad.
Eran las nueve de la mañana cuando lo crucificaron
Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda la tierra quedó en oscuridad
Pilato, al oír esto, sacó a Jesús, y luego se sentó en el tribunal, en el lugar que en hebreo se llamaba Gabatá, que quiere decir El Empedrado. Era el día antes de la Pascua, como al mediodía. Pilato dijo a los judíos:
—¡Ahí tienen a su rey!



Una respuesta razonable a esta supuesta contradicción bíblica es que el juicio de Jesús y su ejecución no pudieron suceder el mismo día; además de que es irracional pensar que las autoridades romanas y judías estaban tan bien engranadas que entre la madrugada y la mañana del viernes pudieron arrestar a Jesús, trasladarlo a la casa de Anás, esperar a que éste lo interrogara en busca de una acusación sólida para luego enviarlo a la casa de Caifás en donde lo esperaban los maestros de la ley y el sumo sacerdote buscando pruebas y testigos falsos contra el Señor, de allí enviarlo a Pilato al amanecer, quien después de interrogarlo tratando de hallar argumentos válidos en contra de las faltas de que era acusado, pero como no los halló se lo envió al rey Herodes quien también lo interrogó esperando además que hiciera alguna señal milagrosa para entretenerlo, sus soldados tuvieron tiempo de burlarse de Él vistiéndolo de rey antes de devolverlo nuevamente a Pilato quien hizo que dedicaran tiempo para azotarlo y ante la insistencia de las autoridades judías lo condenó a la pena de muerte, siendo trasladado en un recorrido desde Jerusalén hasta el Gólgota.



Todos esos juicios a los que fue sometido el Señor Jesucristo solo tienen consistencia en el tiempo si se desarrollaron durante un período mayor a un día y si como “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1.29) fue tomado (arrestado) el diez de Nisán y sacrificado el día catorce del mismo mes dando cumplimiento a la ley de Moisés, siendo evaluado y valorado para, al igual que el cordero pascual, ser encontrado sin defecto y apto para el sacrificio durante la Pascua judía.



El cumplimiento del tiempo en que Jesús se entregó por la humanidad fue perfecto y por eso quienes pretendieron matarlo antes de la hora prevista no pudieron hacerlo porque todavía no había llegado el momento predestinado para que eso sucediera: “Entonces quisieron arrestarlo, pero ninguno le echó mano porque todavía no había llegado su hora” (Juan 7:30). Cuando llegó la hora prefijada por el eterno Dios , el Señor Jesús se acercó al Padre celestial en oración de la siguiente manera: “Después de decir estas cosas, Jesús miró al cielo y dijo: Padre, la hora ha llegado: glorifica a tu Hijo, para que también él te glorifique a ti” (Juan 17:1).



Si Dios había dispuesto un momento preciso para el nacimiento de Cristo, otro para su bautismo e inicio de su ministerio terrenal y una hora para su muerte, ¿sería ilógico pensar que también había prefijado una hora para su resurrección?.



DOS DÍAS DE REPOSO EN LA MISMA SEMANA



Volviendo a la supuesta contradicción entre Marcos y Lucas con relación al día en que las mujeres compraron los perfumes y ungüentos para preparar el cuerpo de Jesús en el sepulcro, debe hacerse claridad sobre el mandato de la ley mosaica en relación con la celebración de la Pascua: “El día catorce del mes primero, al atardecer, se celebrará la Pascua en honor del Señor. El día quince del mismo mes se celebrará la fiesta de los panes sin levadura en honor del Señor. Durante siete días se comerá pan sin levadura. El primer día se celebrará una reunión santa. No hagan ninguna clase de trabajo pesado” (Levítico 23:5-7).



Como se puede apreciar, la Fiesta de los Panes sin Levadura iniciaba con un día de reposo (Sabbath); es decir, el quince del mes de Nisán siempre era un día de reposo para los israelitas, sin importar el día de la semana que le correspondiera, pues era un día de reposo diferente al mandato del séptimo día (sábado).



De acuerdo con lo anterior, las mujeres compraron los perfumes y ungüentos después de que había pasado el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura, que fue día de reposo; es decir, el dieciséis de Nisán. Cuando Marcos afirma que las mujeres compraron los perfumes y ungüentos después del día de reposo se está refiriendo a este primer Sabbath y cuando Lucas dice que las mujeres prepararon los perfumes y ungüentos y descansaron el día de reposo, se está refiriendo al séptimo día, que ese año correspondió al diecisiete del mes de Nisán. Esto quiere decir que esa semana hubo dos días de reposo, uno el jueves y otro el sábado, presentándose lo que los judíos llaman “Shabatot”.



La referencia al primer Sabbath se encuentra en el Evangelio escrito por Juan, donde habla de un sábado muy solemne: “Era el día antes de la Pascua, y los judíos no querían que los cuerpos quedaran en las cruces durante el sábado, pues precisamente aquel sábado era muy solemne. Por eso le pidieron a Pilato que ordenara quebrar las piernas a los crucificados y que quitaran de allí los cuerpos” (Juan 19:31). Pero ¿por qué aquél sábado tenía tanta solemnidad? Es probable que sea porque no correspondía al sábado que celebraban cada semana, sino a uno que celebraban cada año, sin importar el día de la semana en que cayera.



EL DÍA DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO



Si Cristo fue crucificado el día catorce de Nisán a las tres de la tarde y si, además, cumplió la señal de Jonás, entonces es lógico pensar que resucitó el día diecisiete de Nisán a las tres de la tarde, que para ese año correspondió a un día de reposo semanal; es decir, un sábado.



¿Dice la Biblia que Cristo resucitó un domingo? No, la Biblia no afirma en ninguna parte que el Señor Jesucristo resucitó un domingo; ella afirma que cuando las mujeres fueron al sepulcro, el primer día de la semana (domingo), el Señor ya había resucitado.



Mateo 28:1
Marcos 16:2
Lucas 24:1
Juan 20:1
Pasado el sábado, cuando al anochecer comenzaba el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro
Y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el sol
pero el primer día de la semana regresaron al sepulcro muy temprano, llevando los perfumes que habían preparado
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro; y vio quitada la piedra que tapaba la entrada



Además de las mujeres, la Biblia muestra que otros discípulos también visitaron el sepulcro, pero ninguno dio testimonio de que Cristo haya resucitado el primer día de la semana, sino que todos coincidieron en que cuando estuvieron en el sepulcro el Señor Jesús ya había resucitado.



No obstante lo anterior, algunos enseñan que en Marcos 16:9 se lee de forma clara que la resurrección fue el domingo en la mañana:




Traducción Dios Habla Hoy
Traducción en Lenguaje Actual
Después que Jesús hubo resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios.
El domingo muy temprano, después de que Jesús resucitó, se le apareció a María Magdalena. Tiempo atrás, Jesús había expulsado de ella a siete demonios.



Ignoran quienes enseñan la resurrección dominical que el Nuevo Testamento fue escrito en griego y sin signos de puntuación, pues fue solo hasta la Edad Media que los amanuenses empezaron a colocar “marcas” para darle sentido a lo expresado de forma oral. Se dice que fue Aldus Manutius, en el siglo XV, el inventor de los signos de puntuación. Solo los manuscritos originales de Biblia reclaman ser inspirados por Dios, pero sus copias y las traducciones que se han hecho después no cuentan con evidencia de que hayan contado con la misma inspiración. Eso también excluye la inspiración divina de la puntuación colocada por seres humanos, quienes se han dejado guiar por sus emociones y prejuicios, como por ejemplo la errada creencia en que Cristo resucitó un domingo.



Los traductores de la Biblia en versión Dios Habla Hoy colocaron las comas en donde creyeron que debían ir, con lo cual dieron a entender que el primer día de la semana fue el día de la resurrección e ignoraron que la palabra griega que Marcos utilizó en ese pasaje es “anastas” (Ἀναστὰς) cuya traducción correcta es “habiendo resucitado”, que aparece en tiempo pasado, lo cual no indica que Cristo haya resucitado en la mañana del primer día de la semana, sino que, por el contrario, expresa que ya había resucitado antes de que las mujeres fueran al sepulcro.



CONCLUSIÓN



En el siguiente cuadro se resume el orden cronológico propuesto como aclaración de la muerte y resurrección de Cristo y en él puede observarse el cumplimiento de la señal de Jonás y de la ley de Moisés:



Día
Fecha
Acontecimiento
Base bíblica
Miércoles
14 de Nisán
Crucifixión
Ex. 12:6; Lv. 23:5; Nm. 28:16; Mr. 15:42; Lc. 23:54; Jn. 19:31,42; 1 Co. 5:7
Jueves
15 de Nisán
Primer Sabbath de la Fiesta de los Panes sin Levadura
Ex. 12:16; Lv. 23:7; Nm. 28:18; Dt. 5:12-15; Mt. 27:62; Mc. 15:42; Lc. 23:54; Jn. 19:31
Viernes
16 de Nisán
Las mujeres compraron y prepararon los perfumes y los ungüentos
Lc. 23:56
Sábado
17 de Nisán
Segundo Sabbath (séptimo día). Cristo resucitó
Gn. 2:2-3; Ex. 20:8-11; Ex. 31:12-17; Mt. 28:1; Mr. 16:1
Domingo
18 de Nisán
Las mujeres y otros discípulos fueron al sepulcro y lo encontraron vacío
Mt. 28:1-6, Mr. 16:1-6,9; Lc. 24:1-2 y Jn. 20:1-9



Si alguien quiere seguir creyendo en que la muerte y resurrección del Señor Jesús sucedieron un viernes y un domingo, respectivamente, está en toda libertad de hacerlo, pero no debe afirmar que su creencia está basada en la evidencia bíblica, ya que tendría que aceptar de forma honesta que la Biblia tiene contradicciones irreconciliables.



Si por el contrario, se estudia de manera objetiva la Escritura Bíblica, entonces debe reconocerse la consistencia del contenido de la misma, lo cual sirve de fundamento para dejar de creer en mitos y supersticiones que se usan para justificar la celebración de fiestas idolátricas y paganas.